¿Qué es un cuento?
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Por lo general relacionamos el género cuento a la literatura infantil, sin embargo, nada más lejos de ello, así que de una buena vez, vamos a responder a la pregunta: ¿Qué es un cuento?
La definición definitiva de cuento
Nos atrevemos a llamarle definición definitiva (valga la redundancia) porque te aseguro que con ella siempre estarás 100% seguro el 100% de las veces, de cuándo estas o no frente a un cuento. De hecho te propongo un reto: El viejo y el mar, es un cuento largo o una novela corta?
Seguro que no habías reparado en ello y ahora que lo piensa, te resulta super difícil responder con certeza, es por ello que la definición que te daré a continuación, te sacará de dudas.
El cuento
El Cuento: es el relato de un solo hecho de indudable importancia. Su importancia es relativa pero indudable y siempre narra dos historias.
A simple vista saltan las contradicciones, pero, Keep Calm, mantener la calma es sensato en estos instantes. Descompongamos esta definición en sus partes.
Primera contradicción
La definición nos dice que: Es el relato de un solo hecho… luego afirma que, …siempre narra dos historias.
El cuento no admite digresiones. Decía Juan Bosch, Escritor y Presidente de República Dominicana, que el cuento era una flecha. Mantiene un curso estricto, por ello solo cuenta una historia, generalmente de un personaje. Aquí nunca emergerán historias secundarias, solo aparece un hecho en el tiempo, que puede involucrar a varios personajes. Ojo, ello no significa que dentro de ese hecho acontezcan varias acciones. Pongamos un ejemplo de la literatura infantil: Caperucita roja.
En este cuento se narra cómo una niña para visitar a su abuela enferma, decide tomar un atajo, se encuentra con un lobo, que, aprovechando la ventaja, corre a la casa de la anciana, la secuestra y le usurpa la identidad para engañar a la inocente Caperucita. Todo con un objetivo, comérsela. Finalmente, la niña descubre el engaño y logra salvarse por la ayuda del leñador que oportunamente, yo diría que sospechosamente oportuna, llega para resolver el conflicto. Como de costumbre el cuento termina con el clásico “Colorín colorado”, antecedido por una moraleja.
¿Cuál es el hecho de este cuento? Un lobo que intenta comerse a una niña. Ese es el hecho, lo demás son acciones que integran ese hecho, yo diría que el resto es el soporte a la historia. Para que el lobo se coma o intente comerse a la niña, debía esperar a que saliera de casa, esa oportunidad se ofrece con motivo de la enfermedad de la abuela y el error de la niña de tomar un atajo peligroso. Pero como ven aquí se cuenta un solo hecho. Si no estuviéramos frente a un cuento, contaríamos la historia de la caperucita, de la madre, de la abuela, del leñador y hasta del mismísimo lobo, pero tal como lo indica el género, el cuento solo se remite a un momento en la vida de este personaje y ese momento es sin dudas, el día que debe cuidar a la abuela.
Y por qué si hablamos que el cuento se limita a un hecho, luego planteamos que (…) siempre narra dos historias. Porque por debajo de esa historia superficial, visible, de la que hablamos, ese hecho donde se narra cómo el Lobo intenta comerse a la Caperucita, también opera otra historia, las llamadas Historias secundarias o subterráneas: Es el mensaje que transmite una enseñanza a los lectores.
Aplicándolo al caso en cuestión, te pregunto: ¿Cuál es el mensaje de esta historia? Pueden ser muchos, pero el más evidente es sin dudas, qué no debemos asumir la posibilidad más fácil para resolver nuestros problemas. Caperucita para resolver su dificultad de llegar a donde la abuela, decide tomar un atajo más peligroso que el camino largo. Esa es en definitivas la moraleja del cuento. Existen, estoy seguro, muchas moralejas más, pero el objetivo es que notes que ese mensaje o moraleja, es la segunda historia de la que hablamos.
Finalmente y muy importante, debemos aclarar que sin la segunda historia, el cuento sería una simple anécdota, es la historia subterránea, la que confiere el carácter de arte a las obras literarias. Sin ella no se podría incluir a los escritores dentro del universo de las artes. Así que siempre medita, reflexiona sobre qué posible mensaje puedes o quieres enviar a tus lectores.
Segunda contradicción
La definición nos dice luego que: debe ser de indudable importancia… y posteriormente afirma (en aparente contradicción) que, …su importancia es relativa pero indudable.
Para que una historia merezca la pena de ser contada, debe revestir una importancia que motive a los demás leerla o escucharla. Si algo resulta ordinario, al punto de no mover el interés del lector, entonces no cabe dentro de la literatura.
Por ejemplo, yo decido contar la historia de una taza de porcelana; cómo fue confeccionada, el material que la compone y sus detalles. Coincidirán conmigo que nadie leerá ese cuento, ahora si en mi cuento digo que esa taza tiene la propiedad de curar cualquier enfermedad a aquel que beba algún mejunje o bebida en ella, entonces los lectores comienzan a interesarse. Agreguemos algo más, la taza cae al suelo y se rompe un mal día, justo antes de llegar a las manos de un niño que sufre una enfermedad terminal…
No hay dudas, este cuento es mucho más llamativo que el anterior, de hecho este sí es un cuento, por tanto, es un hecho de importancia, al punto que resulta indudable.
Sin embargo, si el género temático del cuento no es del agrado de quién lo lee, la importancia del cuento cae en la relatividad, por consecuencia del gusto del lector. Si mi cuento de la taza es parte de una historia policiaca -digamos que la taza es robada y se investiga su desaparición- y a mí como lector no me gustan los policiacos, la importancia de esa historia es relativa, sin embargo, para aquellos que sí gustan del género, reconocerán la importancia del cuento, le atribuirán el carácter de indudable a la importancia de esa historia y la leerán con agrado.
En ello radica la relatividad o no en la importancia de este género. Comprender esta definición que asumimos los creadores, es vital en el momento en que nos rete la idea de escribir un cuento.
Entonces, en resumen...
Para finalizar, insisto en su definición: El relato de un solo hecho de indudable importancia. Su importancia puede ser relativa, pero es indudable y siempre narra dos historias. Así que respondiendo a la primera interrogante de hoy, podemos afirmar sin que nos tiemble la voz, que «El viejo y el mar» es un cuento largo. Si no estas de acuerdo dime tus argumentos en los comentarios.
Y te propongo que hagas un ejercicio, si quieres saber realmente cuando escribes un cuento. Haz cinco preguntas a tu texto y si es capaz de responderlas, se trata de un cuento:
- ¿Quién? (Personajes)
- ¿Dónde? (Espacio)
- ¿Cuándo? (Tiempo)
- ¿Cómo? (Argumento)
- ¿Por Qué? (Tema)
Si su cuento responde con claridad a estas preguntas, puede estar convencido que al menos ha escrito un cuento digno de ser leído.
RETO: quiero que me digas, te reto a descubrir quién es el autor de la definición que hemos compartido hoy. Puedes respondernos en los comentarios y dejarnos tus dudas sobre sobre cualquier punto del post de hoy, te responderemos la próxima semana.